Vicente, Sabina y Cristeta de Talavera
Vicente, Sabina y Cristeta de Talavera (Talavera de la Reina, España,
siglo III - Ávila (España)
conocidos como los Santos Mártires de Talavera,
fueron tres hermanos que son venerados como mártires y santos por la Iglesia católica.
Los tres murieron martirizados en Ávila durante la Persecución de Diocleciano.
San Vicente de Talavera, Santa Sabina de Talavera y Santa Cristeta de Talavera, como son conocidos individualmente, según las fuentes de que se disponen, quedaron huérfanos tempranamente, siendo Vicente, el mayor, quien se encargó del cuidado de sus hermanas.
Publio Daciano llegó a Talavera de la Reina tras pasar por Barcelona, Zaragoza y Toledo aplicando el decreto de persecución de los cristianos. Allí Vicente fue denunciado como cristiano y presentado ante el prefecto. Confesó que era cristiano y fue requerido para que abjurara de su fe e hiciera sacrificios a los dioses del imperio.
Enviado al templo de Júpiter para que ofreciese el pertinente sacrificio, dice la leyenda que, al pisar templo, la piedra se ablandó como cera bajo sus pies, dejando marcadas en el suelo las huellas de sus plantas y del báculo en que se apoyaba. Hoy día se venera en Talavera de la Reina una losa con dos pies y un hoyo circular marcados atribuidos a aquel episodio
En la Sierra de San Vicente, término municipal de Hinojosa de San Vicente (provincia de Toledo) se encuentra la cueva donde estuvieron ocultos los santos Vicente, Sabina y Cristeta durante la búsqueda ordenada por Daciano para su captura. Prosiguen su huida y son capturados cerca de Ávila y martirizados con crueldad.
Sus cuerpos, inicialmente abandonados en el campo, fueron recogidos por un hebreo, que convertido al cristianismo, los llevó a la ciudad y edificó la primera iglesia a ellos dedicada.
El Sepulcro de los Santos Mártires en la basílica de San Vicente de Ávila.
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