Quamtum Of Solace
Hoy era el estreno, regresaba a la gran pantalla Bond, James Bond...
Soy una gran admiradora desde hace años, he visto todas, hasta he probado el clásico martini con vozca mezclado no agitado que el nuevo Bond lo cambió por su propio coctel el cual no me gusta nada jajajaja.
Daniel Craig regresa como en la anterior con su impresionante cuerpo, con sus saltos, sus carreras de coches, una acción sin limite, un Bond que me parece distinto a los anteriores, le falta un toque de elegancia pero claro la elegancia no se compra o se tiene o no se tiene y personalmente a Daniel como Bond le falta ese toque.
La película es una "continuación" de la anterior de su querida Vesper, aquella chica que llevaba a su cuello un nudo argelino del cual me enamoré y que todavía no tengo jajajaja.
El título viene de una de las historias cortas que Ian Fleming incluyó en la colección de cuentos "Solo para tus ojos".
La trama se centra en un golpe de estado en un país sudamericano, pero no es cuestión que cuente la película, si quieres saber como es, tendrás que ir y disfrutar de esta nueva aventura.
Aquí estoy con Rakel en su Ángel y Demonio y soy Bond, James Bond.
Uuuufff jajajajajaja
Saludos desde el Mediterráneo. Rakel
10 comentarios
Rakel -
Además en ciertos aspectos lleva razón, pero mira siempre los malos han sido comunistas, terroristas islamicos, la otra vez África y ahora una República Bananera en América Latina, para cuando los malos suben un poco más arriba de esa República Bananera, seria más interesante siempre que sean los mismos cansa y bastante.
Besos.
VARELA -
Me encanta Sean Connery. Detesto a Roger Moore. George Lazenby no tuvo tiempo de hacer nada. Timothy Dalton prometía pero se quedó en eso. Pierce Brosnan quedaba bastante bien como el agente secreto, pero arrastraba el legado de todos los demás en una serie que a finales de los noventa daba muestras de un claro cansancio. Por más que sus acérrimos seguidores defiendan la postura contraria, las fórmulas de las pelis de Bond habían comenzado a desgastarse a un ritmo vertiginoso, y Muere Otro Día era el ejemplo perfecto de ello: los cachivaches ya formaban parte de un pasado en el que la tecnología era el privilegio de los pocos, no el de la gran mayoría; y con ellos, el papel de Q (sobre todo con la incorporación de John Cleese) había ido disminuyendo hasta ser una mera comparsa cómica. Las amenazas de escala global eran cada vez más increíbles y no tenían cabida en un mundo post 11-S tan paranoico. En fin, que estaba claro que si Bond quería seguir cincuenta años más algo tenía que cambiar.
Claro (clarísimo) catalizador de dicho cambio fue la saga de Bourne, una historia de espías brillantemente llevada, estupendamente dirigida (mejor por Greengrass que por Liman, todo hay que decirlo) y con un carismático héroe situado en el opuesto del espectro del flemático espía inglés. Broccoli y Wilson, los productores de la saga del agente desde hace más de veinte años lo vieron claro: tenían que trasladar los esquemas de Bourne a Bond y buscarse a un nuevo 007 que para nada hiciera gala de un excesivo glamour. La respuesta a su búsqueda, Daniel Craig, un actor que con su papel en Casino Royale cambiaba radicalmente los postulados de sus antecesores y dibujaba el Bond que el nuevo siglo requería, una fuerza de la naturaleza imparable y visceral que no se detiene ante nada y que no necesita más artefactos que sus manos y una pistola para eliminar a quien se ponga por delante.
Pero Casino Royale introducía además muchos otros cambios: se eliminaba todo el pasado de las diecinueve entregas anteriores, y se partía desde el principio (el arranque de la película, en blanco y negro, relataba el asesinato que le conseguía a Bond el status de doble cero) para definir de nuevo el universo del agente secreto. Más seriedad y casi ningún humor o chascarrillo irritante. Poca acción, y la que había, mucho más física que lo que hasta entonces se había visto.
Es continuación directa de una anterior (tanto es así que empieza pocos minutos después del final de Casino Royale). Otro cambio importante que Casino Royale introducía, y que Quantum of Solace refuerza es el del villano: ya no hay sitio para megalómanos que quieren acabar con el mundo o dominarlo sin más. Ahora los villanos se preocupan por cosas más concretas como acaparar el agua de un país o acabar con la economía de otro, nada drástico, pero sí bastante más real.
Perfecto segundo acto y conclusión de lo iniciado por Casino Royale, Quantum of Solace deja el terreno abonado (y cómo) para que a partir de la siguiente entrega se siga abundando en la idiosincrasia de este nuevo Bond, cuyo innegable atractivo ya ha conseguido batir récords de taquilla en la saga. ¿Qué más se le puede pedir?.
Lo mejor: Daniel Craig, el mejor Bond de todos los tiempos.
Lo peor: El inevitable, y por otra parte necesario bajón de ritmo en el segundo acto.
El momento: La persecución en Siena, de esas que quitan el hipo.
OPINION DE SERGIO BENITEZ.
Rakel -
Qué te parece la idea?
Besos y gracias por tus buenos deseos siempre.
Mª DOLORES -
ESPERO QUE ALGUIEN TE REGALE ESE NUDO ARGELINO, ESO SERIA UN TESORO SE CUANTO LO ANELAS.
BESOS
Rakel -
Sean Connery siempre fue mi debilidad, además de Escocia uy verlo con su Kilt eso es elegancia y lo demás son tonterias.
Tu no tengas prisa espera al sonido e imagen perfecta...ya sabes con calidad.
Besitos y no tengas prisas jajajaja.
Nara -
Yo aún no he visto la pelicula así que no puedo opinar. Pero si quería decir que para mi el mejor Bond ha sido Sean Connery, la elegancia y la dureza en persona.
Bicos
Rakel -
Gracias Saúl.
saul -
Te gusto o no?
Aquí todavía no llegaaaa, que agonía!!!!
:)
Rakel -
Besos y gracias mañana pasó a ver que pones.
Constant -
Por cierto lo más destacable es CAMILLE, es decir Olga Kurylenko, mañana pasarse por mi blog que veréis como llevo razón y disfrutaréis de ella, os espero.
Untos podremos. Constant