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Ángel y Demonio

Dámaso

Dámaso

San Dámaso I (Gallaecia, Idanha-a-Velha, actual Portugal, 3041​ - Roma, 11 de diciembre, 384) fue el papa 37.º de la Iglesia Católica, desde el año 366 hasta su muerte, en el año 384.​

 

Es el santo patrón de los arqueólogos.

 

Su pontificado ha sido el décimo octavo más largo de la historia con 18 años, 2 meses y 11 días (un total de 6646 días). Su onomástica se celebra el 11 de diciembre. Su nombre en latín significa 'domador'.

San Jerónimo fue su secretario.

 

Tras la muerte de Liberio el 24 de septiembre de 366, fue elegido papa, el 1 de octubre del 366, a los 62 años de edad y consagrado por Lorenzo, obispo de San Lucina, en la Basílica de Lucina.

En el sínodo del año 374, expidió un decreto en el cual se hizo un listado de los libros canónicos del Antiguo y Nuevo Testamento. Por ello, le pidió al historiador Jerónimo de Estridón utilizar este canon y escribir una nueva traducción de la Biblia que incluyera un Antiguo Testamento de 46 libros y el Nuevo Testamento con sus 27 libros.​ Jerónimo viajó entonces a oriente para hacer vida eremítica y volvió años después a Roma, pasando durante algún tiempo a ser su secretario particular. Finalmente fue en el Concilio de Roma del año 382, comandado por el papa Dámaso I, cuando la Iglesia Católica instituyó el Canon Bíblico con la lista del Nuevo Testamento de San Atanasio y los libros del Antiguo Testamento de la Versión de los LXX; esta versión fue traducida del griego al latín por San Jerónimo por encargo del mismo papa San Dámaso I, que en la práctica sería la primera Biblia en el sentido concreto y pleno de la palabra.

 

Dámaso muere el 11 de diciembre del año 384, a los 80 años, tras un pontificado de 18. Según Liber Pontificalis fue enterrado junto con su madre y su hermana en una de las catacumbas de las iglesias que había hecho edificar entre los cementerios de Calixto y Domitilla en el camino de Ardea, hoy conocida como Vía Ardeatina o Vía Argentina, en la tumba que él mismo se había preparado alejada de las cenizas de los mártires, donde después se construyó sobre su sepulcro la Basílica de San Dámaso. Sin embargo, sus restos fueron trasladados a la Iglesia de San Lorenzo​ antes de que fuera destruida.

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