...Todo lo que me ha pasado, bueno
o malo, me ha dejado una cicatriz.
Aprendí a respetar mis cicatrices...
ellas son la memoria de mi cuerpo.
Yo todavía no aprendí a respetar las cicatrices... porque sigo aprendiendo con cada experiencia, con cada día, con cada nuevo momento.
Saludos desde el Mediterráneo. Rakel
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