en España nos costará dinero conocer la previsión del tiempo

La crisis nos trae cada día sorpresas desagradables: ajustes, reducción de prestaciones sociales, subidas de impuestos e implantación del pago para disfrutar de servicios que eran gratuitos.

La última conocida es la decisión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de cobrar para poder acceder a una serie de datos sobre el tiempo que hasta ahora eran gratuitos. El recorte presupuestario que sufre la agencia ha precipitado que en los próximos días quien quiera conocer informaciones como horarios de radiación solar, datos diarios del nivel de ozono, imágenes de radar, modelos numéricos, registros históricos, o sondeos semanales de ozono, por ejemplo, tenga que pasar por caja. Son multitud de datos que demandan empresas, universidades, meteorólogos, investigadores y aficionados.

 

 

 

 

 

 

Sorprendentemente, la agencia alega de forma poco convincente que la medida no pretende recaudar, sino cumplir con una norma de 2006 que fijaba precios para estos servicios que no se estaban cobrando, y así conocer mejor al público que usa la información para poder mejorar los productos que ofrece.

La nueva política tarifaria establece, por ejemplo, que una imagen de satélite de archivo cuesta 8,23 euros; los datos descodificados de una estación meteorológica, 0,019 euros; y el balance hídrico nacional, 3,48 euros. Aemet tiene previsto empezar a cobrar el 20 de noviembre.

Tras dos años sufriendo recortes en las partidas asignadas, los ingresos de esta agencia dependiente del Ministerio de Agricultura empezarán a crecer con fuerza en 2013, año en que prevé recaudar por tasas un 60% más que en 2012.

Por ahora, los servicios más utilizados por el público y los medios de comunicación, es decir, el estado general del tiempo actual y las predicciones, se mantienen en abierto. Pero, cuando se inicia la senda del cobro, y tal y como están las arcas de los ministerios, se sabe por dónde se empieza pero no dónde se acaba. No sería descabellado pensarlo. Es un servicio que demanda casi todo el mundo y que, visto desde el lado del que tiene que recaudar, puede ser una fuente importante de dinero.

Son tiempos propicios para ello. Recordemos las tasas que han implantado muchas comunidades por servicios como evaluar los estados de dependencia de las personas, solicitar una tarjeta sanitaria o expedir el título de familia numerosa. O el proyecto para que los clubes deportivos paguen los despliegues de seguridad en los grandes eventos, o el que baraja la Comunidad de Madrid para cobrar un canon anual por usar la red de carreteras, y así podríamos seguir con un largo etcétera de prestaciones públicas que se han empezado a cobrar en España para sostener las maltrechas arcas públicas o  cuyo abono está en estudio para aplicar de forma inmediata.