Esperanza Aguirre acaba de dimitir por sorpresa como presidenta de la Comunidad de Madrid, así como diputada Regional. La popular ha reconocido que renuncia por motivos personales, después de sufrir una "dura" enfermedad de la que está "presuntamente curada".
"No es solo eso, los acontecimientos personales de los últimos años han influido; he llegado a la conclusión de que es el momento adecuado para dejarlo", ha reconocido entre lágrimas Aguirre, quien ha comunicado su decisión esta mañana al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras lo que convocó una rueda de prensa de urgencia
"Es una decisión muy dura; siempre pensé que la política era una actividad temporal; quiero disfrutar de mi marido, de mis hijos y mis nietos", ha confesado Aguirre, asegurando, eso sí, que seguirá en la segunda línea de la política " apoyando al partido en aquello que consideren útil. "Es el momento de dejar paso a la gente más joven", ha apostillado. Además de a sus compañeros de partido, Aguirre también ha querido agradecer el apoyo recibido por sus seguidores en Twitter. "Gracias a todos. Un fuerte abrazo.
Aguirre ha descartado que su decisión tenga que ver con motivos políticos o con diferencias con respecto a la dirección del PP, aunque la hasta ahora presidenta de la Comunidad de Madrid se reunió ayer con el líder del partido en el País Vasco, Antonio Basagoiti, para limar esperezas sobre el caso Bolinaga.
Esperanza Aguirre abandona de esta manera la presidencia de la Comunidad después de ocho años al frente. La popular comenzó su trayectoria política como ministra de Educación y Ciencia, durante el Gobierno de Aznar, entre 1996 y 1999. A partir de ahí, ocupó el cargo de presidenta del Senado hasta el 2002 y un año más tarde ganó las Elecciones Autonómicas del 2003, no sin polémica, después tener que repetirse por culpa de los tránsfugas Tamayo y Sáez.
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