Scarlett Johansson quiere hacerlo en el asiento trasero del coche, lo que no sabía la sensual actriz cuando hizo esta revelación es que padecía una extraña anomalía o desviación sexual que se conoce como 'amomaxia'. Es lo que experimenta un individuo que solo se erotiza cuando realiza el acto sexual en un coche aparcado.
Las celebrities suelen presumir de conductas sexuales peculiares, fuera de lo ortodoxo.
Más arriesgado (y más caro le ha salido) su aficción por el sexting, envío de contenidos eróticos por el teléfono móvil. Un hacker consigió hacerse con las comprometedoras fotografías que le enviaba a su entonces marido, Ryan Reynolds, y todos fuimos testigos de lo voluptuoso de su anatomía.
Desde el punto de vista clínico, la amomaxia no tiene mayor relevancia. Se trata de una variante sexual, que puede resultar más o menos excitantes, pero que no implica malestar ni problema alguno físico o psíquico, como ocurre con otras parafilias.
Pero las curiosidades sexuales de las celebrities no tienen fin y resultan de los más intrigantes, por eso la escritora mallorquina las ha plasmado en un libro donde desvela algunos de los episodios más íntimos de los famosos.
A Eva Longoria le gusta que la aten a la cama con pañuelos de seda para sentirse sumisa, a Christina Aguilera le gusta cocinar desnuda, para Kirsten Dunst hacerlo en el probador de una tienda de ropa es de lo más hot; mientras que Jessica Alba, Paris Hilton, Pamela Anderson y Jennifer Lopez fantasean con ver sus siluetas convertidas en muñecas eróticas inchables.
Los hombres no se quedan atrás. El dogging —sexo con desconocidos en lugares públicos- es la actividad favorita de George Michael. Por el contrario, a Sting le pone que le vean y no le importa que le pillen in fraganti en un bar teniendo relaciones sexuales. Pero eso sí, nada de infidelidades. La afortundad era su mujer, Trudie Styler.
¿Cuál es tu fantasía sexual?
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