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Ángel y Demonio

Poesía

SEXO DE LOS ÁNGELES

SEXO DE LOS ÁNGELES

Una de las lamentables carencias de información que han padecido los hombres y mujeres de todas las épocas se relaciona con el sexo de los ángeles. El dato, nunca confirmado, de que los ángeles no hacen el amor quizás signifique que no lo hacen de la misma manera que los mortales.

Otra versión, tampoco confirmada pero más verosímil, sugiere que si bien los ángeles no hacen el amor con sus cuerpos (por la mera razón de que carecen de los mismos) lo celebran en cambio con palabras, vale decir con las adecuadas.

Así, cada vez que Ángel y Ángela se encuentran en el cruce de dos transparencias, empiezan por mirarse, seducirse y tentarse mediante el intercambio de miradas que, por supuesto, son angelicales.

Y si Ángel, para abrir el fuego, dice: “Semilla”, Ángela, para atizarlo, responde: “Surco”. Él dice: “Alud”, y ella tiernamente: “Abismo”.

Las palabras se cruzan, vertiginosas como meteoritos o acariciantes como copos.

Ángel dice: “Madero”. Y Ángela: “Caverna”.

Aletean por ahí un Ángel de la Guarda, misógino y silente, y un ángel de la Muerte, viudo y tenebroso. Pero el par amatorio no se interrumpe, sigue silabeando su amor.

Él dice: “Manantial”. Y ella: “Cuenca”.

Las sílabas se impregnan de rocío y, aquí y allá, entre cristales de nieve, circulan el aire y su expectativa.

Ángel dice: “Estoque”, y Ángela, radiante: “Herida”.

Él dice: “Tañido”, y ella: “Rebato”.

Y en el preciso instante del orgasmo ultraterreno, los cirros y los cúmulos, los estratos y nimbos, se estremecen, tremolan, estallan, y el amor de los ángeles llueve copiosamente sobre el mundo.

 

Mario Benedetti

Una botella al mar...

Una botella al mar...
El mar es un azar
qué tentación echar
una botella al mar
pero en esta botella navegante
sólo pondré mis versos en desorden
en la espera confiada de que un día
llegue a una playa cándida y salobre
y un niño la descubra y la destape
y en lugar de estos versos halle flores
y alertas y corales y baladas
y piedritas del mar y caracoles
el mar es un azar
qué tentación echar
una botella al mar..
 
Mario Benedetti

Federico García Lorca, hace 115 años

Federico García Lorca, hace 115 años

Federico García Lorca, el poeta que

 vivió y contó lo vivido

 

El prolífico escritor andaluz nació un día como hoy

 hace 115 años. Es considerado un aclamado

 símbolo de resistencia después de morir fusilado

 durante la Guerra Civil española

 

 

Nació hace hoy 115 años. Considerado uno de los más grandes poetas que España ha tenido en el siglo XX, consiguió representar como nadie la tragedia y la grandeza del ser humano. Abiertamente homosexual, Federico García Lorca, el «poeta mártir», ha pasado a la historia como un aclamado símbolo de resistencia después de morir fusilado durante la Guerra Civil española.

Nació Federico García Lorca el 5 de junio de 1898 en el pueblo de Fuente Vaqueros. Su vida fue breve, tan breve que realmente sólo se puede hablar de su infancia, adolescencia y juventud. No pudo disfrutar su madurez. No le dejaron. Aquella España era demasiado raquítica para la grandeza de este poeta andaluz. Mataron a Federico García Lorca en agosto de 1936. El crimen fue en Granada.

Federico García Lorca, hijo de un labrador acomodado, dueño de tierras y cortijos, y de una maestra de pueblo, heredó del primero la pasión, y de la segunda, la inteligencia y la sensibilidad. «Toda mi infancia es pueblo: Pastores, campo, cielo, soledad... ». Y es su madre quien le enseña a leer, música y canciones, y la tía Isabel a tocar la guitarra y a cantar coplas, canciones populares, viejas leyendas e historias... «He tenido una infancia muy larga, y de esa infancia tan prolongada me ha quedado esta alegría, mi optimismo inagotable. Esta risa de hoy es mi risa de ayer, mi risa de infancia y de campo, mi risa silvestre...»

El niño Federico García Lorca feliz, mientras se pierde por el campo, contempla el viento o escucha la noche, muestra ya un gusto y una sensibilidad especiales para la poesía y para el teatro. Con facilidad aprendía de memoria romances y canciones populares, versos dramáticos o alegres, que gustaba recitar o cantar para compañeros o en las veladas familiares. Tenía sólo siete años cuando Federico García Lorca construye su primer teatro de marionetas, ayudado por una niña amiga de la casa. En estos años se afianzan y fortalecen las raíces de su arte poético y escénico. Su adolescencia transcurre en Granada, entre un desatendido bachillerato y una tenaz y gustosa dedicación a la lectura (Valle-Inclán, Rubén Darío,Verlaine, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Azorín) y a la música: se atreve ya a interpretar al piano a Beethoven, Schubert, Chopin, Ravel... y traba Federico García Lorca amistad con Manuel de Falla.

La juventud madrileña de García Lorca

Federico García Lorca se traslada a Madrid en 1919. Está dispuesto a cursar dos carreras universitarias: Derecho y Filosofía y Letras. Termina, mal que bien, en 1923, la primera, que no llegará a ejercer; a pesar de su gran afición por la literatura, nunca terminará la segunda. Pero de Federico García Lorca interesa más el ambiente que él es capaz de crear siempre a su alrededor. Instalado en la Residencia de Estudiantes, su vida transcurre entre música, poesía, literatura y actividad creadora y cultural. En el ambiente serio y un tanto britanizado de la Residencia, Federico García Lorca era un estallido de libertad, inspiración y alegría. Alberti, Dalí y Buñuel fueron sus más fieles seguidores. Allí, y así, vivió Federico García Lorca nueve años, en los que hizo amigos, se relacionó con otros artistas y literatos, frecuentó tertulias y tabernas populares, como la de Eladio, en la calle de León, cuyo ambiente era predominantemente ultraísta. Vivir y ver vivir era lo principal para él. «Yo, antes que nada, soy vidista», solía decir Federico García Lorca.

En 1921, Federico García Lorca accede a las peticiones de su amigo Gabriel García Moroto, pintor e impresor, para reunir en un volumen parte de las poesías que lleva escritas. Se publica Libro de poemas, obra juvenil, pero que ya adelanta la indiscutible personalidad de su autor. El libro pasó casi desapercibido, menos para Juan Ramón Jiménez, que acababa de fundar una nueva revista de literatura, Índice, y se apresuró a invitarle a que colaborase en ella; así, a partir del número dos, y en los siguientes, aparecerán poemas de Federico García Lorca en la misma.

Federico García Lorca, maestro del teatro y la poesía

En 1925, Federico García Lorca da por terminada su obra de teatro Mariana Pineda, cuya primera lectura pública hace en Cadaqués, adonde ha ido a pasar unos días a casa de su amigo Salvador Dalí. La hermana de éste, Ana María, recuerda así la ocasión: «Al terminar, todos estábamos conmovidos. Mi padre gritaba excitado, diciendo que Federico García Lorca era el poeta más grande del siglo. Yo tenía los ojos llenos de lágrimas, y Salvador nos miraba curioso y enorgullecido, como diciendo: ¡Eh!, ¿qué os creíais?». La obra no se estrenaria hasta 1927.

El estreno de Mariana Pineda fue en junio, en el teatro Goya de Barcelona, interpretada por Margarita Xirgu, la mejor intérprete del teatro lorquiano, descubridora y animadora del talento de dramaturgo que poseía Federico García Lorca. El éxito fue total, algunas veces apoteósico. La crítica no dejó de destacar el excepcional tono lírico de algunas de sus escenas y la perfecta estructura del desarrollo de la acción, además del gran valor poemático de las canciones infantiles, y el romance de la muerte de Torrijos y el de los toros, incluidos en el drama. Fue una suerte bien distinta a la que tuviera en el estreno de su primera obra teatral, El maleficio de la mariposa, en 1920, que fue protestada por los espectadores. El éxito de Mariana Pineda continuó en las sucesivas representaciones, tanto en escenarios españoles, como europeos y americanos.

De 1927 es, también, la publicación de su libro Canciones, y del año siguiente, su esperadísimo Romancero gitano, algunos de cuyos poemas habían aparecido ya en revistas o recitados por el propio Federico García Lorca en algunos de los muchos recitales públicos que ofreció en su frenética actividad literaria. Otra vez el éxito fue inmediato, y la edición se agotó en unos meses; pocas veces un libro de poemas logra obtener, como obtuvo éste, un éxito popular y, al mismo tiempo la admiración de otros poetas y críticos más selectos. La gloria había comenzado a rendirse al genio poético de Federico García Lorca, el cual será, desde este momento, el poeta más conocido de entre todos los que configuran la tan brillante Generación del 27. Sensualidad, colorido, brillantez formal, realidad transfigurada por medio de imágenes y metáforas, en Romancero gitano quedó plasmada toda la grandeza poética del poeta granadino.

Quizá convenga aclarar que Federico García Lorca no es un poeta popular, en el sentido de que su poesía es fácil y asequible a todos. Tampoco es un poeta intelectualizado, ya que su concepto de la poesía está tan asimilado que ésta parece hasta fácil. Lo que sí es cierto es que Federico García Lorca es un poeta pleno, que no atiende a la superficialidad, sino a lo hondo del pueblo y de su propia alma. Su vida derrochaba entrega y simpatía, sin embargo su poesía cantaba y explicaba la pena, el sentido trágico del andaluz, expresado en su cante jondo, que es alegría y sollozo: «Empieza el llanto de la guitarra. Se rompen las copas de la madrugada. Empieza el llanto de la guitarra, es inútil callarla. Es imposible callarla». Es Federico García Lorca un poeta visionario, que va más allá de la realidad que nos refleja el espejo, para indagar en la «otra» realidad, la que el verdadero poeta debe inventar por medio de la imagen, la metáfora, la simbología, la alegoría y la utopía.

Madurez y plenitud de Federico García Lorca

En 1929, quizá para superar una crisis personal que estaba sufriendo, Federico García Lorca acepta la invitación de su antiguo maestro, Fernando de los Ríos, para viajar a Estados Unidos. Así fue como conoció Nueva York, que le inspirará el sorprendente libro de poemas titulado Poeta en Nueva York. Con un tono desgarrado, en la línea de la estética surrealista, Federico García Lorca denuncia la angustia y la soledad, el miedo y la esclavitud que hay detrás de la deslumbrante fachada de la ciudad de los rascacielos. Nos revela en Poeta en Nueva York el trasfondo trágico de una civilización mecanizada, deshumanizada y explotadora.

De vuelta en Madrid, y ayudado de nuevo por Fernando de los Ríos, ahora Ministro de Instrucción Pública, Federico García Lorca pone en marcha, en 1932, La Barraca, un grupo de teatro universitario, ambulante, cuya finalidad era divulgar las obras de Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina y otros dramaturgos de análoga categoría. Así Federico García Lorca recorrerá Castilla, Andalucía, Valencia, Cataluña, Galicia... Una hermosa realidad que duró cuatro años. Con ocasión de un viaje a Coruña, invitado a dar unas conferencias, escribió sus célebres Seis poemas galegos, con la ayuda lingüística de Eduardo Blanco Amor y Ernesto Guerra da Cal, amigos personales del poeta.

Aunque la vida de Federico García Lorca haya sido corta, su producción es tan extensa que, necesariamente, no podemos atender a todas sus obras, tanto poéticas como dramáticas, por lo que nos limitamos ya a las que han obtenido éxito y reconocimiento mundial: Bodas de Sangre -estrenada en 1933-, Yerma (1934) y La casa de Bernarda Alba, escrita en 1936, pero que el poeta no llegó a ver representada. En abril la da a conocer en una lectura íntima en casa del doctor E. Oliver, con asistencia, entre otros, de Dámaso Alonso, Jorge Guillén y Guillermo de la Torre.

Con estas tres obras, Federico García Lorca logró reanudar el sentido auténtico de la tragedia. Salvando cualquier tipo de localismo geográfico, eleva la acción trágica y su tema ?sentido trágico de la maternidad? a un plano universal.

Comparado con Lope de Vega por la perfecta combinación de lo culto con lo popular, así como por saber estar por encima de la erudición y la retórica, considerado como un Esquilo moderno por su aportación a la tragedia, Federico García Lorca, con estas tres tragedias rurales, trasciende todas las fronteras nacionales y su obra acaba siendo admirada y estimada en todo el mundo.

Trágico final de Federico García Lorca

Dado que, como todo poeta, Federico García Lorca carecía del sentido de la realidad, se empeñó en ir a pasar el verano a su tierra granadina, como todos los años. Pero éste era un verano muy especial, el de 1936, el de la guerra civil y fratricida, que estalló a los pocos días de estar en su casa. Un mes más tarde lo mataron la envidia, el odio y la brutal insania. El gran Antonio Machado tuvo las palabras adecuadas para tan vil acto: «Se le vio, caminando entre fusiles, por una calle larga, salir al campo frío, aún con estrellas de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos no osó mirarle la cara. Todos cerraron los ojos; rezaron: ¡ni Dios te salva! Muerto cayó Federico -sangre en la frente y plomo en las entrañas- ...Que fue en Granada el crimen sabed -¡pobre Granada!- en su Granada...

 

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/informacion/2013/06/05/federico-garcia-lorca-poeta-vivio-conto-vivido/00031370387126618438939.htm

No lo harás en vano

Ah no lo harás en vano
se te helarán los dedos
y el corazón y los olores

se te helará la noche
y la arrogancia y las rodillas

se te helará la sangre
y los crepúsculos y el humo

se te helará el bostezo
y el ademán y la lujuria

se te helarán los ojos
la madrugada y el esperma

se te helará el ritual
y las caricias y los signos

se te helará la luna
y el arbolito y la garganta

se te helarán los labios
y los disfrutes y la vida

todo está listo
no lo harás en vano.
 
Mario Benedetti
 
 
 
Foto: No lo harás en vano  Ah no lo harás en vano se te helarán los dedos y el corazón y los olores  se te helará la noche y la arrogancia y las rodillas  se te helará la sangre y los crepúsculos y el humo  se te helará el bostezo y el ademán y la lujuria  se te helarán los ojos la madrugada y el esperma  se te helará el ritual y las caricias y los signos  se te helará la luna y el arbolito y la garganta  se te helarán los labios y los disfrutes y la vida  todo está listo no lo harás en vano.

¿Cómo hacerte saber?

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno tiene que buscarlo y dárselo...
Que nadie establece normas, salvo la vida...
Que la vida sin ciertas normas pierde formas...
Que la forma no se pierde con abrirnos...
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente ...
Que no esta prohibido amar..
Que también se puede odiar..
Que el odio y el amor son afectos...
Que la agresión porque si, hiere mucho...
Que las heridas se cierran ....
Que las puertas no deben cerrarse...
Que la mayor puerta es el afecto...
Que los afectos, nos definen ...
Que definirse no es remar contra la corriente...
Que no cuanto mas fuerte se hace el trazo, mas se dibuja....
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio...
Que negar palabras, es abrir distancias...
Que encontrarse es muy hermoso...
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida...
Que la vida parte del sexo...
Que el porqué de los chicos, tiene su porque...
Que querer saber de alguien no es solo curiosidad...
Que saber todo de todos, es curiosidad malsana...
Que nunca esta demás mas agradecer...
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo...
Que nadie quiere estar solo..
Que para no estar solo hay que dar....
Que para dar, debemos recibir antes....
Que para que nos den también hay que saber pedir...
Que saber pedir no es regalarse...
Que regalarse en definitiva no es quererse...
Que para que nos quieran debemos demostrar que somos....
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo...
Que ayudar es poder alentar y apoyar...
Que adular no es apoyar...
Que adular es tan pernicioso como para dar vuelta la cara...
Que las cosas cara a cara son honestas...
Que nadie es honesto porque no robe...
Que cuando no hay placer en las cosas no se esta viviendo...
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte...
Que se puede estar muerto en vida...
Que se siente con el cuerpo y la mente...
Que con los oídos se escucha ...
Que cuesta ser sensible y no herirse ...
Que herirse no es desangrarse...
Que para no ser heridos levantamos muros ...
Que seria mejor construir puentes...
Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve...
Que volver no implica retroceder...
Que retroceder puede ser también avanzar ...
Que no por mucho avanzar se amanece mas cerca del sol...
¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?
Mario Benedetti.
 
 
COMO HACERTE SABER? ¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo? Que uno tiene que buscarlo y dárselo... Que nadie establece normas, salvo la vida... Que la vida sin ciertas normas pierde formas... Que la forma no se pierde con abrirnos... Que abrirnos no es amar indiscriminadamente ... Que no esta prohibido amar.. Que también se puede odiar.. Que el odio y el amor son afectos... Que la agresión porque si, hiere mucho... Que las heridas se cierran .... Que las puertas no deben cerrarse... Que la mayor puerta es el afecto... Que los afectos, nos definen ... Que definirse no es remar contra la corriente... Que no cuanto mas fuerte se hace el trazo, mas se dibuja.... Que buscar un equilibrio no implica ser tibio... Que negar palabras, es abrir distancias... Que encontrarse es muy hermoso... Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida... Que la vida parte del sexo... Que el porqué de los chicos, tiene su porque... Que querer saber de alguien no es solo curiosidad... Que saber todo de todos, es curiosidad malsana... Que nunca esta demás mas agradecer... Que autodeterminación no es hacer las cosas solo... Que nadie quiere estar solo.. Que para no estar solo hay que dar.... Que para dar, debemos recibir antes.... Que para que nos den también hay que saber pedir... Que saber pedir no es regalarse... Que regalarse en definitiva no es quererse... Que para que nos quieran debemos demostrar que somos.... Que para que alguien sea, hay que ayudarlo... Que ayudar es poder alentar y apoyar... Que adular no es apoyar... Que adular es tan pernicioso como para dar vuelta la cara... Que las cosas cara a cara son honestas... Que nadie es honesto porque no robe... Que cuando no hay placer en las cosas no se esta viviendo... Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte... Que se puede estar muerto en vida... Que se siente con el cuerpo y la mente... Que con los oídos se escucha ... Que cuesta ser sensible y no herirse ... Que herirse no es desangrarse... Que para no ser heridos levantamos muros ... Que seria mejor construir puentes... Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve... Que volver no implica retroceder... Que retroceder puede ser también avanzar ... Que no por mucho avanzar se amanece mas cerca del sol... ¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?

Los Zapaticos de Rosa

Los Zapaticos de Rosa

Hay sol bueno y mar de espumas,
Y arena fina, y Pilar
Quiere salir a estrenar
Su sombrerito de pluma.

"¡Vaya la niña divina!"
Dice el padre, y le da un beso,
"Vaya mi pájaro preso
A buscarme arena fina!".

"Yo voy con mi niña hermosa",
Le dijo la madre buena:
"¡No te manches en la arena
Los zapaticos de rosa!"

Fueron las dos al jardín
Por la calle del laurel:
La madre cogió un clavel
Y Pilar cogió un jazmín.

Ella va de todo juego,
Con aro, y balde y paleta:
El balde es color violeta,
El aro es color de fuego.

Vienen a verlas pasar,
Nadie quiere verlas ir,
La madre se echa a reír,
Y un viejo se echa a llorar.

El aire fresco despeina
A Pilar, que viene y va
Muy oronda:"¡Dí, mamá!
¿Tú sabes qué cosa es reina?"

Y por si vuelven de noche
De la orilla de la mar,
Para la madre y Pilar
Manda luego el padre el coche.

Está la playa muy linda:
Todo el mundo está en la playa;
Lleva espejuelos el aya
De la francesa Florinda.

Está Alberto, el militar
Que salió en la procesión
Con tricornio y con bastón,
Echando un bote a la mar.

¡Y qué mala, Magdalena
Con tantas cintas y lazos,
A la muñeca sin brazos,
Enterrándola en la arena!

Conversan allá en las sillas,
Sentadas con los señores,
Las señoras, como flores,
Debajo de las sombrillas.

Pero está con estos modos
Tan serios, muy triste el mar:
¡Lo alegre es allá, al doblar,
En la barranca de todos!

Dicen que suenan las olas
Mejor allá en la barranca,
Y que la arena es muy blanca
Donde están las niñas solas.

Pilar corre a su mamá:
"¡Mamá, yo voy a ser buena;
Déjame ir sola a la arena;
Allá, tú me ves, allá!"

"¡Esta niña caprichosa!
No hay tarde que no me enojes:
Anda, pero no te mojes
Los zapaticos de rosa."

Le llega a los pies la espuma,
Gritan alegres las dos;
Y se va, diciendo adiós,
La del sombrero de pluma.

Se va allá, donde ¡muy lejos!
Las aguas son más salobres,
Donde se sientan los pobres,
Donde se sientan los viejos!

Se fue la niña a jugar,
La espuma blanca bajó,
Y pasó el tiempo, y pasó
Un águila por el mar.

Y cuando el sol se ponía
Detrás de un monte dorado,
Un sombrerito callado
Por las arenas venía.

Trabaja mucho, trabaja,
Para andar: ¿qué es lo que tiene
Pilar que anda así, que viene
Con la cabecita baja?

Bien sabe la madre hermosa
Por qué le cuesta el andar:
--¿Y los zapatos, Pilar,
Los zapaticos de rosa?"

"¡Ah, loca! ¿en dónde estarán?
¡Dí dónde Pilar!" –"Señora",
Dice una mujer que llora:
"¡Están conmigo, aquí están!"

"Yo tengo una niña enferma
Que llora en el cuarto obscuro,
Y la traigo al aire puro,
A ver el sol, y a que duerma.

"Anoche soñó, soñó
Con el cielo, y oyó un canto,
Me dio miedo, me dio espanto,
Y la traje y se durmió.

"Con sus dos brazos menudos
Estaba como abrazando;
Y yo mirando, mirando
Sus piececitos desnudos.

"Me llego al cuerpo la espuma.
Alcé los ojos, y ví
Está niña frente a mí
Con su sombrero de pluma.

"¡Se parece a los retratos
Tu niña"--dijo:--"¿Es de cera?
¿Quiere jugar? ¡si quisiera!…
¿Y por qué está sin zapatos?

"Mira, ¡la mano le abrasa,
Y tiene los pies tan fríos!
¡Oh, toma, toma los míos,
Yo tengo más en mi casa!"

¡No sé bien, señora hermosa,
Lo que sucedió después:
¡Le ví a mi hijita en los pies
Los zapaticos de rosa!"

Se vio sacar los pañuelos
A una rusa y a una inglesa;
El aya de la francesa
Se quitó los espejuelos.

Abrió la madre los brazos,
Se echó Pilar en su pecho,
Y sacó el traje deshecho,
Sin adornos y sin lazos.

Todo lo quiere saber
De la enferma la señora:
¡No quiere saber que llora
De pobreza una mujer!

"¡Sí, Pilar, dáselo! ¡y eso
También! ¡tu manta! ¡tu anillo!"
Y ella le dio su bolsillo,
Le dio el clavel, le dio un beso.

Vuelven calladas de noche
A su casa del jardín;
Y Pilar va en el cojín
De la derecha del coche.

Y dice una mariposa
Que vio desde su rosal
Guardados en un cristal
Los zapaticos de rosa.

José Martí

Primavera

Primavera
Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.

Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.

Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!

Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo...

No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?

¿Cómo va a encontralas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?

De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.

Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...

Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:

Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.

Gabriela Mistral

"Por Amor"

...Por amor se han creado los hombres
en la faz de la tierra,
por amor hay quien haya querido
regalar una estrella.

Por amor fue una vez al calvario,
con una cruz a cuestas,
aquél que también por amor
entregó el alma entera.

Por amor se confunden las aguas
y en la fuente se besan
y en alas de la mariposa
los colores se crean.

Por amor ha existido en el mundo
siempre tanta belleza,
y el color de la naturaleza
se pintó por amor.

Por amor soy de tí
y seré toda la vida,
mientras viva, por amor soy de tí
por amor, por amor, por amor.

Por amor una noche cualquiera
un amante se entrega.
Por amor en un beso se calman
unos labios que esperan.

Por amor ya no llevo las cruces
que me dio el sufrimiento;
por tí lo que fuera mi suerte
se cambio por amor.

Por amor soy de tí...

--Rafael Solano, "Por Amor"
...Por amor se han creado los hombres  en la faz de la tierra, por amor hay quien haya querido  regalar una estrella.   Por amor fue una vez al calvario,  con una cruz a cuestas,  aquél que también por amor  entregó el alma entera.   Por amor se confunden las aguas  y en la fuente se besan  y en alas de la mariposa  los colores se crean.   Por amor ha existido en el mundo  siempre tanta belleza, y el color de la naturaleza  se pintó por amor.   Por amor soy de tí  y seré toda la vida,  mientras viva, por amor soy de tí  por amor, por amor, por amor.   Por amor una noche cualquiera  un amante se entrega.  Por amor en un beso se calman  unos labios que esperan.   Por amor ya no llevo las cruces  que me dio el sufrimiento;  por tí lo que fuera mi suerte  se cambio por amor.   Por amor soy de tí...  --Rafael Solano,

Poema en italiano Abbandono

Poema en italiano Abbandono
Abbandono
de:

Elías Letelier.


Assisto alla depredazione del giorno
con il suo lutto d’avorio ferito,
all’assenza di chi non è tornato dalla guerra,
che senza dire il suo nome
è rimasto inchiodato nella monarchia del silenzio.



Senza essere falegname né altro,
faccio tutto ciò che compete al martello:
cantando, colpo dopo colpo, penetro
nel taglio aperto del legno.


Non devo chiudere gli occhi
né fare l’alba al falò della notte
per ascoltare l’esperta voce del sale
che annega nell’impero dell’acqua.


Partecipo al mondo cupo dello specchio,
al mormorio di un vaso rotto,
a una figura statica che dorme
nella lingua metallica di uno specchio rotto;
ma soprattutto su questi ciottoli e dirupi
rispondo all’ansia di una campana
che non può suonare.

Besos Dormidos

Besos Dormidos
Vendrán los besos, y traerán silencio,
y nos preguntaremos quiénes somos,
dónde nos conocimos, qué buscamos,
y tal vez nos respondan nuestros ojos,
ignorantes del miedo a la palabra,
pues la verdad les grita desde el fondo.
Y al mirarnos, habrá una luz recóndita
de tibio colorido melancólico,
que abrirá perspectivas imprevistas,
y que será en sí misma testimonio
de algo que fue, que ya es insostenible,
tan quimérico como el unicornio.

Ayer los besos, aunque amortiguados,
llevaban un clamor de intenso gozo,
entretejían lágrimas y risas
en verdes primaveras y en otoños,
calendario de pétalos dormidos,
dormido el tiempo sobre nuestros rostros.

¿Qué sucedió? Tal vez una mañana,
a la orilla del río, entre los olmos,
se despertó la niebla del cansancio,
y repobló el paisaje de abandono.
Y los besos se fueron marchitando,
sin casi percibirlo, sin sollozos.
Y hoy sólo son costumbre, su arrebato
en retirada triste, sin retorno.
Es hora de partir; se fue la magia,
el temblor está en calma, el amor prófugo,
los besos silenciosos, tan dormidos
que no despertarán... como nosotros.

Álvarez Hidalgo, Francisco

El Tren

El Tren

Yo, para todo viaje
siempre sobre la madera
de mi vagón de tercera,
voy ligero de equipaje.
Si es de noche, porque no
acostumbro a dormir yo,
y de día, por mirar
los arbolitos pasar,
yo nunca duermo en el tren,
y, sin embargo, voy bien.
¡Este placer de alejarse!
Londres, Madrid, Ponferrada,
tan lindos... para marcharse.
Lo molesto es la llegada.
Luego, el tren, al caminar,
siempre nos hace soñar;
y casi, casi olvidamos
el jamelgo que montamos.
¡Oh, el pollino
que sabe bien el camino!
¿Dónde estamos?
¿Dónde todos nos bajamos?
¡Frente a mí va una monjita
tan bonita!
Tiene esa expresión serena
que a la pena
da una esperanza infinita.
Y yo pienso: Tú eres buena;
porque diste tus amores
a Jesús; porque no quieres
ser madre de pecadores.
Mas tú eres
maternal,
bendita entre las mujeres,
madrecita virginal.
Algo en tu rostro es divino
bajo tus cofias de lino.
Tus mejillas
?esas rosas amarillas?
fueron rosadas, y, luego,
ardió en tus entrañas fuego;
y hoy, esposa de la Cruz,
ya eres luz, y sólo luz...
¡Todas las mujeres bellas
fueran, como tú, doncellas
en un convento a encerrarse!...
¡Y la niña que yo quiero,
ay, preferirá casarse
con un mocito barbero!
El tren camina y camina,
y la máquina resuella,
y tose con tos ferina.
¡Vamos en una centella!

Poema del Otoño

Tú, que estás la barba en la mano
meditabundo,
¿has dejado pasar, hermano,
la flor del mundo?

Te lamentas de los ayeres
con quejas vanas:
¡aún hay promesas de placeres
en los mañanas!

Aún puedes casar la olorosa
rosa y el lis,
y hay mirtos para tu orgullosa
cabeza gris.

El alma ahíta cruel inmola
lo que la alegra,
como Zingua, reina de Angola,
lúbrica negra.

Tú has gozado de la hora amable,
y oyes después
la imprecación del formidable
Eclesiastés.

El domingo de amor te hechiza;
mas mira cómo
llega el miércoles de ceniza;
Memento, homo...

Por eso hacia el florido monte
las almas van,
y se explican Anacreonte
y Omar Kayam.

Huyendo del mal, de improviso
se entra en el mal,
por la puerta del paraíso
artificial.

Y no obstante la vida es bella,
por poseer
la perla, la rosa, la estrella
y la mujer.

Lucifer brilla. Canta el ronco
mar. Y se pierde
Silvano, oculto tras el tronco
del haya verde.

Y sentimos la vida pura,
clara, real,
cuando la envuelve la dulzura
primaveral.

¿Para qué las envidias viles
y las injurias,
cuando retuercen sus reptiles
pálidas furias?

¿Para qué los odios funestos
de los ingratos?
¿Para qué los lívidos gestos
de los Pilatos?

¡Si lo terreno acaba, en suma,
cielo e infierno,
y nuestras vidas son la espuma
de un mar eterno!

Lavemos bien de nuestra veste
la amarga prosa;
soñemos en una celeste
mística rosa.

Cojamos la flor del instante;
¡la melodía
de la mágica alondra cante
la miel del día!

Amor a su fiesta convida
y nos corona.
Todos tenemos en la vida
nuestra Verona.

Aun en la hora crepuscular
canta una voz:
«Ruth, risueña, viene a espigar
para Booz!»

Mas coged la flor del instante,
cuando en Oriente
nace el alba para el fragante
adolescente.

¡Oh! Niño que con Eros juegas,
niños lozanos,
danzad como las ninfas griegas
y los silvanos.

El viejo tiempo todo roe
y va de prisa;
sabed vencerle, Cintia, Cloe
y Cidalisa.

Trocad por rosas azahares,
que suena el son
de aquel Cantar de los Cantares
de Salomón.

Príapo vela en los jardines
que Cipris huella;
Hécate hace aullar a los mastines;
mas Diana es bella;

y apenas envuelta en los velos
de la ilusión,
baja a los bosques de los cielos
por Endimión.

¡Adolescencia! Amor te dora
con su virtud;
goza del beso de la aurora,
¡oh juventud!

¡Desventurado el que ha cogido
tarde la flor!
Y ¡ay de aquel que nunca ha sabido
lo que es amor!

Yo he visto en tierra tropical
la sangre arder,
como en un cáliz de cristal,
en la mujer

Y en todas partes la que ama
y se consume
como una flor hecha de llama
y de perfume.

Abrasaos en esa llama
y respirad
ese perfume que embalsama
la Humanidad.

Gozad de la carne, ese bien
que hoy nos hechiza,
y después se tornará en
polvo y ceniza.

Gozad del sol, de la pagana
luz de sus fuegos;
gozad del sol, porque mañana
estaréis ciegos.

Gozad de la dulce armonía
que a Apolo invoca;
gozad del canto, porque un día
no tendréis boca.

Gozad de la tierra que un
bien cierto encierra;
gozad, porque no estáis aún
bajo la tierra.

Apartad el temor que os hiela
y que os restringe;
la paloma de Venus vuela
sobre la Esfinge.

Aún vencen muerte, tiempo y hado
las amorosas;
en las tumbas se han encontrado
mirtos y rosas.

Aún Anadiódema en sus lidias
nos da su ayuda;
aún resurge en la obra de Fidias
Friné desnuda.

Vive el bíblico Adán robusto,
de sangre humana,
y aún siente nuestra lengua el gusto
de la manzana.

Y hace de este globo viviente
fuerza y acción
la universal y omnipotente
fecundación.

El corazón del cielo late
por la victoria
de este vivir, que es un combate
y es una gloria.

Pues aunque hay pena y nos agravia
el sino adverso,
en nosotros corre la savia
del universo.

Nuestro cráneo guarda el vibrar
de tierra y sol,
como el ruido de la mar
el caracol.

La sal del mar en nuestras venas
va a borbotones;
tenemos sangre de sirenas
y de tritones.

A nosotros encinas, lauros,
frondas espesas;
tenemos carne de centauros
y satiresas.

En nosotros la vida vierte
fuerza y calor.
¡Vamos al reino de la Muerte
por el camino del Amor!

 

Ruben Darío

Poema día de la madre

Ven para acá, me dijo dulcemente
mi madre cierto día;
(aún parece que escucho en el ambiente
de su voz la celeste melodía).

Ven, y dime qué causas tan extrañas
te arrancan esa lágrima, hijo mío,
que cuelga de tus trémulas pestañas,
como gota cuajada de rocío.

Tú tienes una pena y me la ocultas.
¿No sabes que la madre más sencilla
sabe leer en el alma de sus hijos
como tú en la cartilla?

¿Quieres que te adivine lo que sientes?
Ven para acá, pilluelo,
que con un par de besos en la frente
disiparé las nubes de tu cielo.

Yo prorrumpí a llorar. Nada, le dije;
la causa de mis lágrimas ignoro,
pero de vez en cuando se me oprime
el corazón, y lloro.

Ella inclinó la frente, pensativa,
se turbó su pupila,
y, enjugando sus ojos y los míos,
me dijo más tranquila:

- LLama siempre a tu madre cuando sufras,
que vendrá, muerta o viva;
si está en el mundo, a compartir tus penas,
y si no, a consolarte desde arriba...

Y lo hago así cuando la suerte ruda,
como hoy, perturba de mi hogar la calma:
¡ Invoco el nombre de mi madre amada,
y, entonces, siento que se ensancha el alma

 


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¿Cómo va a ser tu día hoy?

Esta mañana desperté emocionado
con todas las cosas que tengo que hacer
antes que el reloj sonara.

Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante.
Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener.

Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso
o puedo dar gracias a Dios porque las plantas están siendo regadas.

Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero
o puedo estar contento que mis finanzas me empujan
a planear mis compras con inteligencia.

Hoy puedo quejarme de mi salud
o puedo regocijarme de que estoy vivo.

Hoy puedo lamentarme de todo
lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo
o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.

Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas
o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.

Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos
o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar
o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela
o puedo abrir mi mente enérgicamente
y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.

Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar
o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente, cuerpo y alma.

Hoy el día se presenta ante mi esperando a que yo le de forma y aquí estoy,
soy el escultor. Lo que suceda hoy depende de mi,
yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.

Que tengas un gran día... a menos que tengas otros planes.

 

Saludos desde el Mediterráneo. Rakel

Voglio amarti ti amo

Voglio amarti ti amo
lascia che ti amo, perché voglio amarti
amarti è il mio presente, il mio futuro
Ti amo, sogno d’amore
l’amore è la mia anima, l’amore deve essere
l’amore è il sentimento, l’amore è vita
lascia che ti amo, amore … ti amo

Te quiero, Te Amo
déjame amarte, porque Te amo
amarte es mi presente, mi futuro
Te Amo, sueño de amor
el amor es mi alma, el amor debe ser
el amor es un sentimiento, el amor es vida
déjame amarte, amor… Te Amo.

Poema para mi Gato

Ya es parte de mi familia,
y si esto es causa de burlas
(al no tener sentimientos
quizás alguien se confunda),
hoy quiero poner en claro
que la verdad sólo es una:
mi gato ganó con creces
su derecho a mi ternura.

Cuando busca compañía
su airoso andar apresura,
y mientras viene a mi encuentro
parece que me saluda
con un quejido mimoso
que me embriaga de dulzura.
Pero si quiere estar solo
se va sin ninguna duda
y aunque lo llame y le ruegue
ya no es posible que acuda.

Si se enferma ¡pobrecito!
su independencia no dura,
sus ojitos lastimeros
me miran pidiendo ayuda.

¿Que es hipócrita y astuto?
¡palabras crueles y absurdas!
¡destierren esos conceptos!
¡creencias vanas y oscuras!
¿Que es quizás algo egoista?
no pongo objeción alguna,
pero es porque siente celos
como toda criatura.

En su inocencia no entiende
que la verdad sólo es una:
¡mi gato ganó con creces
su derecho a mi ternura!


Graciela A. de Navas

Las Vocales

Las Vocales

Mi maestra
-es mía y es nuestra-
nos pone una muestra
con cinco vocales
que no son iguales

La a
Es gordita y tiene cola.
La trae a rastras la ola
y a veces camina sola.

La e
Con su frente inteligente;
es elegante y sonriente
y está siempre con la gente.

La i
Su puntito te hace un guiño.
Es la vocal de los niños,
la ternura y el cariño.

La o
Redonda, monda y lironda.
Duerme en camisón de blonda
en medio del microondas.

La u
Es la última del menú.
Tu tururú tururú.
Entera la tienes tú.

Lluvía

Lluvía

Lluvia, hoy no te siento.
Hoy no eres nada
mas que agua vertical.
Apenas si te escucho
golpear el pavimento
y llamar con tu clave 
sobre mi ventanal

Lluvia, hoy no eres nada
para mi desaliento
nocturno y abismal.

Cuando era niña hallaba 
en tu cancion un cuento,
y ya en mi adolescencia 
me diste un madrigal.
Ahora lluvia tengo
tanta tristeza adentro,
que no me dices nada
solo te oigo golpear.

Matilde Alba Swann

 

Saludos desde el Mediterráneo. Rakel

La carta

La carta

El palomar de las cartas
abre su imposible vuelo
desde las trémulas mesas
donde se apoya el recuerdo,
la gravedad de la ausencia,
el corazón, el silencio.

O igo un latido de cartas
navegando hacia su centro.

Donde voy, con las mujeres
y con los hombres me encuentro,
malheridos por la ausencia
desgastados por el tiempo.

Cartas, relaciones, cartas:
tarjetas postales, sueños,
fragmentos de la ternura,
proyectados en el cielo,
lanzados de sangre a sangre
y de deseo a deseo.


Saludos desde el Mediterráneo. Rakel

Alma desnuda

Alma desnuda

Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.

Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice: libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega.

Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.

Saludos desde el Mediterráneo. Rakel