¿Sabías que cerca del 75 por ciento de las personas de entre 40 y 65 años tienen canas? Esos cabellos grises que tanto desagradan a muchas mujeres, y que si nos fiamos de la sabiduría popular "no hay que arrancar porque te salen siete" (soberana tontería, por cierto), son un paso más en el proceso de envejecimiento, y, generalmente, empiezan a aparecer a partir de los treinta años. Sin embargo, una de cada diez personas llega a la edad de la jubilación sin rastro de ellas.
Es curioso, pero aún no se sabe muy bien a qué se debe la aparición de las canas. El cabello se vuelve gris tras la muerte de los melanocitos, las células responsables de aportar color tanto al pelo como a la piel. Por eso, el cabello que no tiene nada de melanina es totalmente blanco. Pero, ¿por qué mueren los melanocitos? Gran misterio.
Por lo general la aparición de las canas se suele asociar con disgustos, fuertes shocks o situaciones de estrés. Aunque hay casos documentados en los que tras recibir una mala noticia, a una persona se le ha puesto parte o la totalidad del cabello blanco, el motivo no está aún claro. Hay una corriente que asegura que tanto la aparición de canas como de arrugas son consecuencias normales del envejecimiento, y que la media edad (cuando ambas aparecen) es una época de ansiedad y estrés, por lo que se trata de una simple casualidad.
Según un estudio, quienes antes registran la aparición de canas son los europeos, seguidos por los asiáticos y los africanos, y a partir de los treinta años, las posibilidades de tener canas aumentan entre un 10 y un 20 por ciento cada década.
El año pasado, un laboratorio anunció que estaba en los primeros pasos de desarrollar un nutricosmético que prevendría la reducción de melanina en el cabello, pero por el momento no existe ninguna forma de prevenir las canas, tan solo de enmascararlas con el tinte de toda la vida.
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