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Ángel y Demonio

Tom Cruise y Katie Holmes: Su Divorcio!

La Cienciología tuvo la culpa. O al menos eso es lo que afirma el portal TMZ. Ni se les rompió el amor ni ha habido terceras personas. Según Katie Holmes –tan correcta, tan tranquila; siempre con un punto ausente y resignado– la separación se debe a "diferencias irreconciliables" –tan socorridas y tan imprecisas, pero al mismo tiempo tan definitorias–. Desde el principio del anuncio de su amor –con Tom Cruise saltando histérico e híper activo en los sofás del programa de Oprah gritando al mundo lo enamorado que estaba–, la Cienciología estuvo ahí.


 

Tom y Kate, se acabaron las perdices
No fue un acercamiento progresivo de la pareja de recién casados. Tom Cruise era un famosísimo adepto de esta corriente de pensamiento a los que muchos consideran secta y Katie Holmes era católica –exactamente igual que Penélope Cruz, la anterior pareja de Cruise–. Se casaron en 2006 en un castillo de Italia siguiendo el rito cienciólogo. Ella no dijo nada y lo aceptó. Suri nació al año siguiente y su venida al mundo llegó acompañada de perturbadores rumores; decían que Katie Holmes había tenido prohibido gritar de dolor (o de alegría) durante el parto. La Cienciología tenía la respuesta. Según los preceptos de Ron L. Hubbard –el fundador de Cienciología, cuyo origen se fecha en 1952– la madre no debe gritar durante el nacimiento de su hijo, pues esas quejas y llantos dejan un terrible rastro en lo que Cienciología llama 'mente reactiva'. Ese rastro deriva en el futuro en problemas de un espectro muy amplio y Cienciología se encarga de eliminarlos para hacer del individuo alguien feliz y sin 'taras'.

Cienciología siempre ha estado ahí y es una corriente de pensamiento radical y excluyente. Lo dicen los que la han practicado y la han abandonado y lo dicen los que han convivido o estado cerca de cienciólogos. Lo que parece una fusión hippy de preceptos hinduistas y budistas que propugna la felicidad en la Tierra del individuo, tiene un alcance brutal que casi nadie conoce.


Es cierto que la extrañeza ha acompañado siempre a Katie Holmes y a Tom Cruise. Desde su relación –siempre con un punto de irrealidad–, pasando por su hija, hasta el semblante siempre serio y triste de Katie. Parece ser que ella no ha podido soportar el radicalismo al que su marido estaba llegando –la Cienciología supone una continua progresión en la creencia, pasando diferentes estadios de implicación hasta llegar a uno total y absoluto– y que ha decidido poner fin a su matrimonio. Katie podría haber pedido la custodia de Suri para alejarla de las creencias radicales de Tom Cruise , según se dice en el famoso portal de cotilleos. Parece ser que él quería que Suri fuera educada en casa, como lo han sido Isabella y Connor –sus hijos adoptivos con Nicole Kidman– y Katie quería que estuviera con otros niños. Parece que él trata a Suri como a una adulta y ella quiere que se respeta su edad real: seis años. ¿Qué pasará entre ellos? Una cosa es clara: el alejamiento será drástico. Cienciología no permite que sus miembros mantengan el contacto con quienes han perdido la fe en sus preceptos. Y Katie, si es que alguna vez los tuvo, ya ha dicho basta.

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